
El desarrollo de un proyecto e-learning es un proceso complejo y, por lo tanto, requiere la participación de diferentes perfiles que dominen distintas competencias (técnicas, pedagógicas, de gestión, creativas, etc.).
Las personas que formen parte del equipo implicado en proyectos e-learning no tienen necesariamente que intervenir en todas las fases del proyecto.
Por ejemplo, los expertos encargados de la tutorización de las acciones formativas pueden incorporarse al proyecto cuando éste ya está avanzado, no interviniendo en las fases anteriores.